Mientras escribo el borrador de esta entrada, nos dirigimos hacia la ciudad de Mendoza, pero tenemos reciente lo que ha sido nuestro paso por la Patagonia, y algo de esto os cuento en lo que viene a continuación. ¡Que lo disfrutéis!
Así es, durante horas y horas de viaje, y más aún a causa de la niebla, nos recorrimos Argentina de este a oeste y llegamos a la increíble ciudad de Bariloche, para conocerla en un invierno sin nieve.
Así es, durante horas y horas de viaje, y más aún a causa de la niebla, nos recorrimos Argentina de este a oeste y llegamos a la increíble ciudad de Bariloche, para conocerla en un invierno sin nieve.
Llegamos bien entrada la noche y nos alojamos en el albergue "Achalay", que ha sido el mejor en el que nos hemos alojado hasta ahora. Se sucedieron dos días de lluvias y relax, donde nos resarcimos del viaje siguiendo sentados y viendo buenas pelis (como "V de Vendetta, que está buena), y vimos un partido de fútbol con el que España recuperó su bandera, y leímos, y demás.
Un día lunes salió el Sol y con él, nosotros, a descubrir el porqué cuando a los argentinos les preguntas por Bariloche siempre responden: "¡Relindo!".
Lo descubrimos. Es por esto:
Y por esto:
Fueron días de senderismo, de contemplación y de mucho frío. Sobre todo el día en el que a Blanca se le ocurrió la maravillosa idea de meterse en el lago. La cosa sucedió de la siguiente forma, si el susto no me impide recordarlo con precisión:
- ¡Mira que lago, es increíble! - dijo Blanca.
- ¡Uf! Sin palabras... - dijo Fer.
- Dan ganas de bañarse... ¡estoy por bañarme! - dijo Blanca, presa de la emoción.
- Pues yo había pensado lo mismo, así que voy "padentro" - dijo Fer, sin saber lo que decía, sin saber lo que hacía.
Entonces lo hice como se hacen estas cosas: sin pensar. Me quité dos mil capas de ropa mientras Blanca me aseguraba que lo que había dicho lo hizo sin pensar, que era invierno, que si acaso no veía las montañas con nieve, que si no sabía que los lagos se habían formado a causa de una glaciación... Pero yo no pensaba... ¡Al agua!
No voy a comentar mucho más sobre este incidente, sólo que sigo vivo y que eso era el infierno al revés. Eso sí... ¡no he vuelto a pasar frío!
Todo sigue, y por ello seguimos ruta, hacia Villa La Angostura. Éste fue el paso clave. Al Norte en vez de al Sur. No hemos visto Calafate, Perito Moreno, el frío nos venció y pensamos que Argentina es enorme, y que debíamos seguir al Sol. Así que, Bariloche ha sido el punto más al Sur que he llegado en mi viaje. Ahora, toca subir, acercándome más a (casi) todos aquellos que pueden estar leyendo ésto...
En Villa La Angostura hicimos una Pizza Party con unos amigos argentinos, buena onda, y pizzas increíbles, hechas desde la masa por un maestro pizzero.
Entre otras cosas, también visitamos el Bosque de los Arrayanes, que es como cosa de otro mundo, árboles tenebrosos color canela, y que se multiplican sin cesar.
La lluvia hacía su aparición, y nosotros la esquivamos viajando. Es lo bueno de la libertad. Así que seguimos rumbo al norte, hacia San Martín de los Andes, pasando por la famosa ruta de los 7 lagos (será por lagos). Allí pasamos unos días de lluvias e indecisiones. ¿A Chile o a Mendoza?
Chile: más lagos, paisajes increíbles, volcanes en Alerta Roja.
Mendoza: Los Andes más altos, grandes bodegas y recomendado por todo aquel con el que nos cruzamos.
Fuimos, porqué no, cautos, y dejamos la experiencia de los volcanes en erupción para cuando nos lo merezcamos, así que partimos a Mendoza.
Otro largo viaje, para dar comienzo a otra gran etapa. Termino de escribir esto desde Mendoza, y os digo, tras haberlo vivido, que promete.
Un favor que os pido. Este viaje, estas experiencias... siento que está entre lo más grande que he hecho nunca, y quiero que su inspiración marque el camino de mi vida, así que, el favor: si veis que algún día me bajo de las nubes, reenviadme esta foto:
Un beso enorme a tod@s,
BLANCA y FER